Mira, en la época analógica, para poder sufragarme el gasto en cachivaches de fotografía, hacía reportajes de BBC para un estudio de mi ciudad, llegué a tener mi propio estudio. De una Nikon FE con el 35-70 con el Metz 45 CT-4 llegué a la Bronica de 120 con el Metz 60 CT-1. De ésto hace muchísimos años. La progresión fue necesaria para que mi trabajo pudiese mejorar en calidad y por que cada vez más gente te pedía álbumes con el tamaño de las fotos más grandes, hasta 20x25 en las principales fotos del álbum. Mi profesionalidad se cuestionaba por mis clientes en función del resultado, no de la cámara que utilicé en cada momento. También era importante el trato, la simpatía, etc. nadie me dijo si llevaba ésta u otra cámara. La herramienta que utilices debe estar a la altura de tus expectativas y del trabajo que consideres que vas a realizar. Para profesional en plan bestia gástate lo que vale una Hasseblan o un formato grande con respaldo digital, pero claro, estamos hablando de 30.000 € para arriba.
Mira, lo que buscamos en un equipo cuando hacemos un trabajo profesional es la fiabilidad, que nuestro equipo no pare y que la foto salga, un reportaje tras otro. Necesitas dos cuerpos y dos flashes como mínimo, para echar mano si hace falta. Si la economía anda justa, invierte en buenas optimas y un cuerpo fiable. Cuando lo amortices, te compras un cuerpo mejor y lo dejas de reserva, y con el tiempo lo vas actualizando. Para un profesional, un equipo no es un gasto, es una inversión, y hay que invertir lo mejor posible.
Por cierto, si tuviese pasta, tanto tu como yo, no estaríamos comentando si este cuerpo o el otro, nos compraríamos lo mejor y más caro que pillásemos y lo mantendríamos actualizado, los profesionales no gastan lo mejor por casualidad, sino porque tiene las mejores prestaciones, y eso tiene un precio.