Gracias Juan, en efecto la luz no era la más adecuada, pero la pose de la niña no tiene precio. Como curiosidad sobre esta niña, momentos antes de hacer la foto estaba en el río recogiendo, junto a los monos y los perros, los restos de las pertenencias de las personas que estaban incinerando. Impresionante y espeluznante. Tengo fotos pero me da cierto pudor publicarlas. Saludos.